Las Lagunas de Ruidera han ido ganando protagonismo en los últimos años y no es para menos. Ubicadas en un espacio natural protegido, están formadas por 16 lagunas a lo largo del valle del Guadiana y hacen de frontera entre las provincias manchegas de Albacete y Ciudad Real.
El parque natural se encuentra repartido entre los municipios de Ruidera, Alhambra, Argamasilla de Alba, Ossa de Montiel y Villahermosa. En cuanto a las lagunas, están consideras como uno de los misterios de la naturaleza más espectaculares que tenemos en España.
CÓMO VISITAR LAS LAGUNAS DE RUIDERA
La mejor forma de conocer Ruidera es a través de uno de sus tours. De esta forma iréis acompañados de un guía que os explicará detalladamente cada una de las lagunas. En este sentido, el más completo es la Visita guiada por las Lagunas de Ruidera, ya que además accederéis a la mesa del almendral, un yacimiento donde se encuentran los mejores miradores de todo el área protegida.
Otra forma de conocer Ruidera es a través de sus múltiples actividades acuáticas. Debéis de saber que las lagunas están repartidas entre «playas de interior», eso sí, no todas son igual de peligrosas.
La laguna del Rey y la laguna de San Pedro son quizás las más seguras y las más aptas para el baño. Precisamente es aquí donde podréis practicar algún deporte acuático, siendo los más demandados el tour en kayak o el tour en paddle surf.
ALOJAMIENTO
El área natural tiene una gran oferta hotelera pero os recomendamos que os alojéis en dos municipios: en el propio Ruidera o en Ossa de Montiel. Precisamente fue en Ossa de Montiel donde nos alojamos nosotros, un pequeño pueblo con mucho encanto que por la noche se transforma y se llena de vida.
El lugar elegido fue Casas Rurales La Piedra. Se encuentra justo al final del pueblo, en la misma carretera que une Ossa de Montiel con las Lagunas de Ruidera. Se trata de un lugar tranquilo, con aparcamiento en las inmediaciones y con un supermercado a escasos metros.
Casas Rurales La Piedra contiene de todo: porche con piscina, aire acondicionado, barbacoa y capacidad para alojar a más de una familia. La propietaria está atenta en todo momento, las instalaciones están muy limpias y al mobiliario no le falta detalle.
La habitaciones y el baño son enormes, mucho más grandes que la media del resto de alojamientos. Cada dormitorio tiene varios juegos de toallas, todo un gesto por su parte. En cuanto al salón y a la cocina, disponen de todo lo necesario para pasar varios días. Además, el porche tiene un juego de mesas y sillas estilo chill out donde seguro pasareis la mayor parte del tiempo.
Si queréis completar la visita conociendo algún pueblo cercano de la ruta de los molinos, no os perdáis nuestro artículo Qué ver en Campo de Criptana.